Cuerpos doloridos: deformaciones físicas causadas por el mundo digital Hace poco me encontré con una noticia que me dejó inquieta: un joven japonés de 25 años desarrolló un grave trastorno físico por pasar demasiadas horas frente a su celular. El diagnóstico fue impactante: síndrome de la cabeza caída (DHS, por sus siglas en inglés). Según los médicos, este joven pasaba más de 12 horas al día con el cuello inclinado hacia adelante. Con el tiempo, esto le provocó un dolor constante en la zona cervical, dificultad para tragar, lo que le impidió alimentarse adecuadamente, perdiendo peso. Además, se le formó un bulto en la parte posterior del cuello, producto de la deformación de las vértebras, y su musculatura se debilitó tanto que ya no podía mantener la cabeza erguida por sí mismo. Ante el fracaso de varios tratamientos, los médicos realizaron una cirugía compleja para estabilizar la columna del paciente, convirtiéndose en el primer caso documentado de este tipo. Este hecho advierte sobre los daños físicos que puede causar el uso excesivo de dispositivos digitales.

A continuación, te contamos algunas de las afecciones más comunes provocadas por el abuso de pantallas, audífonos, controles de videojuegos y otros aparatos digitales:

Síndrome del “text neck”

Este trastorno, también conocido como síndrome del cuello de texto, fue identificado en 2008. Desde entonces, se ha vuelto una causa frecuente de consultas médicas debido a dolores en el cuello, hombros y cabeza. La tensión constante en la zona cervical, especialmente al inclinar la cabeza durante largos períodos, puede extenderse incluso hacia la parte baja de la espalda. Si alguna vez terminaste el día con el cuello rígido o la espalda adolorida, es probable que ya estés experimentando los efectos de este problema.

 

Síndrome del túnel carpiano y lesiones en manos

Un estudio del Journal of Physical Therapy Science reveló que los jóvenes que utilizan el celular más de cuatro horas al día presentan una mayor debilidad muscular en manos y muñecas. El uso intensivo de teléfonos, teclados o controles de videojuegos puede causar la compresión del nervio mediano en la muñeca, lo que genera hormigueo, entumecimiento y dolor en los dedos, síntomas característicos del síndrome del túnel carpiano.

A estas molestias se suman otras lesiones como la tendinitis de Quervain y el dedo en gatillo, afecciones que aquejan principalmente al pulgar debido a movimientos repetitivos, como hacer scroll en la pantalla. En casos avanzados, el dedo puede quedar paralizado, acompañado de un dolor intenso.

 

Síndrome visual informático

Nuestros ojos también sufren las consecuencias del exceso de pantallas. El llamado síndrome visual informático provoca síntomas como fatiga ocular, visión borrosa, ojo seco, fotosensibilidad, dolores de cabeza e incluso el desarrollo o avance de la miopía. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que si no se controlan los hábitos frente a las pantallas, para 2050 la mitad de la población mundial podría ser miope.

 

Daños auditivos por uso excesivo de audífonos

Escuchar a todo volumen con audífonos se ha vuelto común, sobre todo entre quienes pasan horas jugando videojuegos. Sin embargo, este hábito puede afectar gravemente la audición. Con el tiempo, el exceso de sonido directo en los oídos puede provocar zumbidos constantes, conocidos como tinnitus, y una pérdida auditiva que avanza sin que uno se dé cuenta. Lo más preocupante es que, en muchos casos, el daño es irreversible.

 

¿Cómo prevenir estos daños?

Aquí algunos consejos básicos para reducir el impacto negativo del uso excesivo de la tecnología en tu cuerpo:

  • Haz pausas activas: Levántate cada hora, estira el cuello, espalda, muñecas y hombros.
  • Coloca el celular y pantallas a la altura de los ojos para evitar inclinar el cuello constantemente.
  • Ajusta el brillo y contraste de tus pantallas para reducir la fatiga visual.
  • Fomenta actividades fuera de pantalla, como leer libros físicos o jugar al aire libre.
  • Limita el tiempo de ocio frente a las pantallas. La American Academy of Pediatrics recomienda no más de dos horas al día para adolescentes.

 

El caso del síndrome de la cabeza caída es un claro ejemplo de lo que puede ocurrir cuando dejamos que la tecnología domine nuestros hábitos posturales. El cuerpo humano no fue diseñado para estar horas encorvado ni para repetir los mismos movimientos sin descanso. Si empiezas a sentir molestias frecuentes, dolores o rigidez, no lo normalices: es momento de hacer una pausa, revisar tus hábitos y, si es necesario, acudir al médico.

 

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