
Señala que estos abusos son “absolutamente reprobables” y que han causado “un profundo dolor y disgusto”. Dice que estos sacerdotes “han desfigurado su ministerio al abusar de niños y jóvenes”. Sin embargo, no pueden desacreditar la labor del resto de honrados sacerdotes.
El Papa señala que todos conocen sacerdotes que demuestran cómo “se puede vivir en el celibato una humanidad pura, auténtica y madura”.
Al mismo tiempo afirma que tras lo ocurrido, los seminaristas deben estar más “atentos” para reconocer si su vocación es realmente el sacerdocio.
Benedicto XVI les pide que mediten seriamente sobre si están dispuestos a vivir el celibato. Afirma que la sexualidad es un don que debe integrarse durante el desarrollo humano y que si no se integra se convierte en algo “banal y destructivo”.
El Papa también les pide que estudien mucho durante estos años para aprender la fe en su totalidad y poder responder a las preguntas de los hombres. Antes de terminar también les pide que recen por él para que cumpla bien su misión.
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