Los misioneros de la 155ª expedición, entre ellos el hermano Daniel Núñez Silva, SDB, (segunda fila, tercero de izq. a der.) de la Inspectoría de Centroamérica Divino Salvador (CAM), recibieron la cruz misionera de manos del padre Stefano Martoglio, Vicario del Rector Mayor, durante la misa de envío. (ANS – Turín) – “Este momento de fe es un momento grandísimo: la oración de esta asamblea aquí reunida es una celebración de la acción de Dios y de agradecimiento por la acción del Espíritu en sus corazones, hermanos y hermanas, por su vocación, en los corazones de la Familia Salesiana y de la Iglesia”. Con estas palabras, el Vicario del Rector Mayor, el Padre Stefano Martoglio, inició la homilía de la Misa de envío de la 155° Expedición Misionera Salesiana.

En una Basílica de María Auxiliadora en Turín-Valdocco vestida de gala y colmada de fieles, con un nutrido grupo de concelebrantes y una animación litúrgica de alto nivel a cargo del coro de la basílica, el Padre Martoglio presidió una celebración llena de emoción y consejos; sobre todo, de la conciencia del valor de este rito, en el que los tres institutos participantes – los Salesianos de Don Bosco (SDB), las Hijas de María Auxiliadora (HMA) y la Comunidad de la Misión de Don Bosco (CMB) – renovaron, ante la Auxiliadora, su compromiso misionero: los salesianos por 155° vez, las HMA por 147° vez, y los miembros de la CMB por 7° vez.

“No se olviden de este día en sus vidas; llévenlo con ustedes, porque este signo de esperanza, de fe y de luz, es nuestra alegría”, señaló el Vicario del Rector Mayor en su homilía, ofrecida – siguiendo el ejemplo de Don Bosco – en forma de exhortación directa a los misioneros que partían.

El Padre Martoglio habló de “responsabilidad y generosidad”, en referencia a la vocación que los misioneros sintieron nacer en su interior, acogieron y cultivaron hasta este punto. Luego, subrayando los mensajes de la liturgia del día, observó la “precisión” de esas lecturas, que destacan cómo todos los cristianos están llamados a ser profetas y testigos de la presencia de Dios. “La Palabra de Dios de hoy nos recuerda que el centro de nuestro ser Hijos de Dios es llevar a los demás su presencia, como única esperanza del mundo”, explicó.

El Padre Martoglio también señaló que las condiciones para ser verdaderos discípulos y misioneros son la confianza en Dios y en su Providencia, y la transparencia de la propia acción. Por ello, exhortó a seguir siempre lo que acerca a Dios y a abandonar lo que aleja de él.

Finalmente, concluyó reiterando la importancia de vivir siempre en espíritu de comunión, con Dios y con los demás, dejando esta exhortación como legado para todos.

Al finalizar la breve homilía, ofrecida por el Padre Martoglio en italiano e inglés – debido a la amplia participación de misioneros y sus familias extranjeras, así como para beneficio de las miles de personas que siguieron la celebración a través de la web – tuvo lugar la emocionante entrega de las Cruces Misioneras a los que partían. El Padre Martoglio, en calidad de guía de la Congregación hasta la elección del próximo Rector Mayor, entregó las cruces a los veintisiete Salesianos de Don Bosco participantes en la expedición; la Madre Chiara Cazzuola, Superiora General de las HMA, entregó las cruces a sus hermanas misioneras; mientras que el diácono permanente Guido Pedroni, Custodio General de la CMB, las entregó a los misioneros laicos de la asociación que él fundó.

El video completo de la Misa está disponible para quien desee verlo en el canal de YouTube de ANS.


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