En la casa del padre El 15 de marzo partió a la Casa del Padre el padre Daniel Enrique Morales Urbina, conocido con cariño como el padre Quique o Dr. Morales. A sus 85 años de edad, 67 de profesión religiosa y 56 de sacerdocio, dejó un legado imborrable en la formación salesiana y la evangelización de la juventud.

Desde su juventud, el padre Enrique se dedicó con pasión al estudio y la enseñanza de la filosofía, formando a numerosas generaciones de salesianos en la inspectoría. Su amor por la educación y la evangelización se reflejó en su obra Una Moral para los Jóvenes y en su servicio inquebrantable hacia la juventud.

Hombre de alegría salesiana, su amor por el arte lo llevó a disfrutar de la música, el teatro y la poesía, herencia de su tierra natal, Granada, Nicaragua. Además, promovió el deporte con entusiasmo, siendo entrenador de baloncesto y nadador hasta sus últimos días.

Su vida sacerdotal tuvo un fuerte vínculo con el Filosofado en Guatemala, donde pasó casi 39 años de su ministerio, guiando a jóvenes en su formación. También sirvió como párroco en la Parroquia El Espíritu Santo y en el Teologado. Su espíritu de servicio lo llevó a ser parte del consejo directivo fundador y vicerrector de la Universidad Mesoamericana.

En sus últimos años, su mayor entrega fue al ministerio de la confesión, brindando consuelo y guía espiritual a quienes acudían a él. Su partida deja un vacío, pero su testimonio de amor a Dios y a los jóvenes seguirá iluminando el camino de quienes lo conocieron. ¡Descansa en paz, padre Enrique!

 

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