educardb1Educar en el sentido de confianza en sí mismo y en los otros es una de las dimensiones fundamentales que se deben transmitir a los hijos e hijas. No es sencillo, porque muchos padres y madres caen fácilmente en el error de la sobreprotección.
Una madre sobreprotectora es una madre aterrorizada: tiene miedo de que pueda sucederle algo a sus hijos, si los pierde de vista. Intenta protegerlos de los peligros, cosa natural y normal. Pero se excede: ve aparecer peligros potenciales por todas partes. El deseo maternal de proteger a los niños de todo posible daño puede tener un efecto negativo: hacer que se mantengan débiles y dependientes.

El segundo motivo que se esconde detrás de una protección excesiva es la duda profunda que experimentan algunos padres sobre si ellos mismos tienen la capacidad de afrontar los problemas; quienes sienten el peso de esa duda en sus propias vidas, desconfían de la capacidad que tienen sus hijos para cuidar de sí mismos.

educardb1Educar en el sentido de confianza en sí mismo y en los otros es una de las dimensiones fundamentales que se deben transmitir a los hijos e hijas. No es sencillo, porque muchos padres y madres caen fácilmente en el error de la sobreprotección.
Una madre sobreprotectora es una madre aterrorizada: tiene miedo de que pueda sucederle algo a sus hijos, si los pierde de vista. Intenta protegerlos de los peligros, cosa natural y normal. Pero se excede: ve aparecer peligros potenciales por todas partes. El deseo maternal de proteger a los niños de todo posible daño puede tener un efecto negativo: hacer que se mantengan débiles y dependientes.

El segundo motivo que se esconde detrás de una protección excesiva es la duda profunda que experimentan algunos padres sobre si ellos mismos tienen la capacidad de afrontar los problemas; quienes sienten el peso de esa duda en sus propias vidas, desconfían de la capacidad que tienen sus hijos para cuidar de sí mismos.

educardb1Una investigación ha llegado a determinar que la persona común escucha durante 17 segundos antes de interrumpir y tomar la palabra. Esta práctica puede ser calificada como escucha egocéntrica, y no favorece una conversación constructiva. En cambio, la verdadera escucha genera un clima positivo, que estimula a tu interlocutor a escuchar lo que tú quieres decirle.

El encanto irresistible de Don Bosco provenía también de su capacidad de escuchar. Por eso, gozaba de la confianza de todo aquel con quien se encontraba.

Catorce Sencillos Consejos
Escucha con los ojos.
Presta atención exclusiva a la persona con la que estás hablando: apaga el televisor, cierra el libro o la revista que estabas leyendo y míralo a los ojos. Ese contacto visual significa: “Lo que estás diciendo es importante para mí”.

En la adolescencia, los hijos cambian. Por tanto, deben cambiar también los padres.La adolescencia es un período de crisis, más para los padres y madres que para los hijos e hijas. Comienza cuando los hijos manifiestan a sus padres que ya no tienen necesidad de ellos: " ¡Es asunto mío!", dicen presumiendo.

Los muchachos, estos nuestros jóvenes filósofos, sentencian : "El asunto es si yo todavía necesito que mis padres intervengan en estas cosas". Cuando los hijos hablan así, no están tocando las trompetas de la revolución: sencillamente recuerdan a su padres, con buena intención, que ha llegado el tiempo de retirarse de la línea del frente para iniciar una etapa distinta de la vida en común. Cuanto más tiempo tarden los padres en comprenderlo, más fuerte harán oír su voz los hijos. La educación no es una estructura estática, sino algo que crece y se desarrolla, que va madurando.

Escuchar y ver con el corazón. “¡Sé bueno!” era una frase habitual de los padres, madres y abuelos y abuelas, hoy fuera de moda. Pero ¿cuáles son las cualidades indispensables para “ser buenos “?

 

Una historia de los indios de América cuenta que, durante un año de mucha hambre, una abuela conversaba con su nieto. La abuela, pensativa, dice: “Dos lobos están luchando en mi corazón: uno es rabia, odio y violencia; el otro es amor, compasión y perdón”. - “¿Y cuál vencerá, abuela?”. -”Aquel a quien yo dé de comer”. 

eddbCientíficos, investigadores y médicos, utilizan instrumental de funcionamiento análogo a los videojuegos y obtienen resultados sorprendentes. Hay quien utiliza el joystick y el video tridimensional en algunas intervenciones quirúrgicas. Saberlos manejar constituye también un formidable título de presentación profesional.

Los videojuegos forman parte de la cultura contemporánea. Son una realidad que debemos tener muy en cuenta, con infinitas posibilidades que aún no han sido completamente aprovechadas. Por eso, es indispensable encuadrar los videojuegos en un proyecto educativo y de vida. Como es fácil intuir, la parte “juego” de estos videos presenta posibilidades muchas veces inadvertidas o subvaluadas.

Un ser viviente tiene enormes capacidades de crecimiento .::. Foto:J. IbáñezDedicarse a la jardinería significa aprender el arte de cultivar la vida. No sólo la de las plantas, sino también y sobre todo la de nuestra familia y la de nuestros hijos e hijas, que pueden despuntar como una flor, nutrida por los cuidados amorosos y por el poderoso fertilizante de la reflexión.

Concretamente, dedicarse a la jardinería significa:

Tener un proyecto
No hay nada mejor que contribuir al brotar de la vida. ¨ Dar la vida  es algo que llena la existencia de satisfacción y felicidad. Una planta no es ni buena ni mala: por encima de todo, quiere apasionadamente vivir. Pero, sin un proyecto definido, no sucede nada. En la existencia, como en la jardinería, tenemos necesidad de saber la dirección que queremos seguir. En efecto, para ser feliz es necesario antes que nada quererlo y esto debe convertirse en un objetivo prioritario y consciente. Sólo cuando establecemos los objetivos y aceptamos todo lo que supone conseguirlos, nos damos cuenta de que nuestras existencias se transforman. Una vez establecidos los objetivos, hay que hacer con ellos una lista bien visible, para poder llevarlos positivamente a  término.