ANS Image España, Madrid, septiembre 2011.- “La hambruna que asola el Cuerno de África no es sólo debido a  la grave sequía, sino también al exagerado precio de los víveres y de cualquier tipo de necesidad”, explican los misioneros salesianos desde la misión en Jijiga (Etiopía).

Del mismo modo alertan que la situación se está haciendo insostenible, “porque la gente se enfada y surgen altercados cuando la comida no llega para todos”.

En la región somalí de Etiopía, hay cuatro campamentos de refugiados: Awbare, Shaber, Melka Dida y Dolo Addo, donde cada día llegan más de mil personas pidiendo auxilio, “pero los campos están sobrepoblados y las ilusiones se pierden”, explican los misioneros. Preocupa, sobre todo, el campo de Dolo Addo, con más de 80.000 refugiados. “No sólo por la falta de comida. El campo es un retrete infinito: malos olores, moscas… La higiene no existe. Las infecciones, diarreas, enfermedades de la piel están a la orden del día… y los recursos médico sanitarios no dan para todos”, alertan los salesianos.

“Tener un pozo es un regalo”, explican. “El agua es fundamental para la supervivencia, -añaden-. Antes se encontraba agua a 10 metros de profundidad, hoy hay que llegar a 15 para dar con algo de agua y para cubrir las necesidades de un pueblo habría que llegar a 100 metros de profundidad”.

Desde Misiones Salesianas, trabajan para repartir más de 2.000 raciones diarias de comida y más de 10.000 litros de agua dos veces al día. La Campaña “Emergency Somali Region” puesta en marcha por MISIONES SALESIANAS quiere ayudar a los cerca de cuatro millones de personas que viven en la región somalí de Etiopia.

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