Imágen de ANS. Roma, julio 2013.-  En un estudio reciente llevado a cabo por don Francesco Motto, director del Instituto Histórico Salesiano, evidencia la aportación de los salesianos del Piamonte en la protección de niños judíos durante la ocupación alemana (1943-1945).

El historiador salesiano espera para el cuarto sucesor de Don Bosco, Don Pedro Ricaldone, un posible reconocimiento de "Justo entre las Naciones" por el papel que jugó en la autorización y el apoyo a la acción silenciosa de la protección de los niños judíos.

La protección Salesiana dada a los Judíos en la ocupación alemana de Roma es conocida, tanto es así que dos salesianos, don Francesco Antonioli y don Armando Alessandrini, fueron galardonados con el título de "Justo entre las Naciones" por haber salvado unos setenta muchachos judíos en el Instituto Pío XI.

También en el Piamonte, y en especial en Valdocco (Casa Madre y entonces sede de la Casa General de los Salesianos) hubo un compromiso para ayudar a los Judíos. La contribución apareció en el último número de "Estudios Piamonteses", editado por don Motto, donde se identifica una sólida red de protección de los niños judíos en las casas salesianas del Piamonte: para aquellos en Turín, evidentemente más en riesgo por la presencia masiva de las fuerzas de ocupación y los "republicanos", a aquellos más periféricos de la región, teóricamente más seguros. Los datos recuperados en la investigación bibliográfica y de archivo, se confirmaron, precisaron y también en ocasiones se ampliaron con testimonios orales de los "salvados" y de los "salvadores" que siguen vivos.

También son interesantes dos hechos. Primero que muchos salesianos, en la época jóvenes clérigos y coadjutores, no tienen memoria de tan peligrosa acogida, signo evidente de la extrema cautela con la que actuaba el director. Igualmente interesante es el saber que muchos de estos "niños en riesgo", venían trasladados de una casa Salesiana a otra del Piamonte, aprovechando los numerosos desplazamientos. La migración frecuente que no dejaba rastros peligrosos y funcionaba perfectamente.

Con su "Imprudente caridad", los directores sabían que arriesgaban sus vidas, pero también sabían que la invitación para actuar según el Evangelio venía del mismo Rector Mayor Don Pedro Ricaldone, el promotor, secreto para todos, pero no para ellos, de tal red de seguridad, que iniciaba en Valdocco, asaltada dos veces por los alemanes, afortunadamente sin encontrar indicios de la actividad "partidista" que venía secretamente realizada.

Algunas decenas de niños (y otros) fueron así arrebatados a los campos de exterminio: de casi todos se recuperaron nombres y apellidos; algunos incluso se hicieron famosos.

Quién sabe que Don Ricaldone - al igual que en otras situaciones similares - en nombre de todos los "salvadores" salesianos, pueda algún día ser distinguido con el título de "Justo entre las Naciones" por su papel central en la organización de la extensa red de rescate en Piamonte y en otros lugares.

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