Imágen de ANS. Budapest, octubre 2013.- El sábado 19 de octubre en la sugestiva plaza frente a la basílica de San Esteban en Budapest tuvo lugar la solemne liturgia

en la que se declaró Beato a Stefano Sándor, salesiano coadjutor, mártir de la fe.

La liturgia fue presidida por el cardenal Péter Erdő, arzobispo de Esztergom-Budapest y primado de Hungría, que ha solicitado el registro del Siervo de Dios en el libro de los beatos. Después de una breve presentación de la vida de Stefano Sándor, hecha por el Procurador General, don Pierluigi Cameroni, el cardenal Angelo Amato, representante del Papa y Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, leyó la carta apostólica con la que Stefano Sándor es declarado Beato.

En la carta el nuevo beato es llamado educador ejemplar y catequista de los jóvenes a través de la pedagogía de la bondad. Mientras se descubrió la imagen del neobeato, un cuadro, algunas cartas de Stefano Sándor fueron llevadas al altar por el Sr. Jean Paul Müller, Ecónomo General de los Salesianos, hasta don Abraham Bela, inspector de Hungría.

En su homilía, el cardenal Erdő señaló que el martirio de Stefano Sándor fue el resultado de un proceso político encaminado a atacar a la Iglesia, especialmente en sus instituciones educativas.

El Rector Mayor, Don Pascual Chávez Villanueva luego expresó su agradecimiento en nombre de toda la Congregación Salesiana.

El cardenal Amato luego pronunció un discursoen el que destacó cómo el nuevo beato, en particular, da a los hijos de San Juan Bosco un triple mensaje: la fiel observancia de la vida consagrada en la alegría, en el trabajo, en la comunidad; el ansia educadora, que no solo lo hizo un tipógrafo de alto profesionalismo, sino también un maestro querido por los estudiantes; el martirio, como supremo testimonio de fe, de esperanza y de caridad.

"Si la persecución religiosa crea un abismo entre los seres humanos, los mártires con su sacrificio construyen los puentes de la fraternidad, del perdón y de la aceptación. (...) Ellos recuerdan que la vida consagrada es un verdadero martirio blanco, consumado a diario en la fidelidad al Evangelio y al carisma. Un gesto heroico no se improvisa", dijo el Card. Amato.

La celebración estuvo marcada por la gran participación: más de 8.000 personas presentes en la plaza, en las que 3.000 jóvenes provenían de las obras salesianas y 600 de Szolnok, ciudad natal del nuevo beato. También estuvieron presentes el jefe de Estado, Excmo. Ader Janos, el Presidente del Parlamento, varios ministros y representantes de la ciudad.

Entre las autoridades religiosas, se señala la participación de cerca de 40 obispos concelebrantes.

Presentes también muchos salesianos, unos 300. Entre ellos 5 obispos, 120 coadjutores y, además de don Cameroni y el Rector Mayor, otros miembros del Consejo General: don Adriano Bregolin, Vicario del Rector Mayor; don Francesco Cereda, Consejero para la Formación; el Sr. Jean Paul Müller, Ecónomo General; y don Marek Charzan, Consejero para Europa Norte.

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