No recuerdo cuando fue la ultima vez que me alegre porque me dijeran un sobrenombre, sin embargo ayer un desconocido me dijo uno y como por obra de magia me subió el autoestima.
Por desgracia mi pequeño José Alejandro tuvo una infección y tuvimos que visitar al doctor, un doctor nuevo, porque nuestro pediatra no nos podía ver en ese momento.
Se presentó y rápidamente le comenté los síntomas que aquejaban a José, lo revisó y hablamos corto tiempo, pero traté de darle lujo de detalles sobre el cuadro clínico de mi hijo, a grandes rasgos, por si entre todo, encontraba algo relevante.
Luego nos dio su diagnostico y agrego “Usted señora, es como dicen en mi pueblo, una “mamá cuca””, quizás me vio cara de que no sabia de que hablaba y me explico, -usted es una madre meticulosa, observadora y protectora. La felicito.
Wow! Me sentí como “la mamá de los pollitos”, un termino que en mi pueblo significa ser líder, tener visión e iniciativa.
Aun me halaga pensar en ese momento, porque mi vocación es ser madre, amo serlo y trabajo duro todos los días para cuidarlos y ser ayuda para sus vidas, el doctor quizás nunca sabrá lo que provocó en mi corazón, pero yo siempre lo tendré en cuenta y siempre trataré de llevar el apodo de “mamá cuca” con honor.