ANS Image Roma, septiembre 2012.-  "María Inmaculada Auxiliadora, madre y maestra de Don Bosco ", es el título de la carta circular del Rector Mayor publicada en las Actas del Consejo General 414 y disponible desde hace unos días en sdb.org. Un texto que ofrece una síntesis, en perspectiva salesiana, de la figura y la devoción marianas. Enfoque de la reflexión es el papel de madre y maestra que María tuvo en la vida de Don Bosco.

La introducción - en la que el Rector Mayor comparte la experiencia de su enfermedad - revela la naturaleza de la carta: una profundización de cuanto las Constituciones salesianas presentan acerca de María.

La primera parte está dedicada a María Inmaculada Auxiliadora en la vida de Don Bosco: "Hablar de la presencia de María en la historia de nuestro Padre significa, en la práctica, tener en cuenta toda su vida ... Una maravillosa síntesis se nos ofrece  en nuestras Constituciones, donde,  en el artículo 8, encontramos tres verbos que enmarcan la presencia maternal de María en la vida del Fundador: mostró a Don Bosco su campo de trabajo entre los jóvenes y lo ha guiado y apoyado constantemente, sobre todo en la fundación de nuestra Sociedad" . Al describir la intervención materna de María en la vida de Don Bosco y su acogida, Don Chávez se centra en dos títulos queridos por la devoción mariana y salesiana: Inmaculada y Auxiliadora .

La segunda etapa ve el protagonismo de la Congregación Salesiana que es llamada, en continuidad con el pasado, a renovar hoy los signos de devoción a María: "nuestro trabajo de evangelización y educación, especialmente a favor de los jóvenes más pobres, abandonados o en peligro, debe ser experiencia concreta del amor gratuito, preveniente y eficaz que contemplamos en María Inmaculada Auxiliadora, para que sean sus hijos propios, como quiso pedirlo a Juanito en el sueño”.

El Rector Mayor anima a la contemplación e imitación de María (Const. 92) y recuerda la oración del Rosario: "Quisiera invitar a todos los hermanos a que continúen esta extraordinaria práctica de piedad, no por inercia u "obligación", sino tratando de profundizar el significado y las motivaciones”,  una oración que "combina la oración vocal y la contemplación de los misterios de la vida de Jesús, en compañía e imitación de María, que "guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón" (Lc 2:19 cf. 3,51 b)."

Don Chávez sugiere en la tercera parte que las numerosas actitudes marianas "es oportuno recogerlas en torno a las tres virtudes teologales, para, ponerlas a continuación en relación con los tres valores evangélicos: obediencia, pobreza y castidad".  Indica una ruta que destaca el relieve que la figura de María ha tenido en el proceso diacrónico del Nuevo Testamento como "la que ha creído,  ayuda e infunde esperanza" (C 34) y es "un modelo de caridad pastoral" (Const. 92 ).

La cuarta parte es un comentario sobre el primer artículo de las Constituciones que expresa la inseparabilidad del Espíritu Santo y María. En esta perspectiva, el Rector Mayor considera también el artículo 98, dedicado a la formación de los salesianos: "se trata de entender la entera vida del salesiano, en todas sus dimensiones, en clave de formación, a saber: la configuración a Cristo Pastor- educador, a la manera de nuestro Padre: “iluminado [todo salesiano] por la persona de Cristo y de su Evangelio, vivido según el espíritu de Don Bosco". María, Madre y Maestra, contribuye a la gestación del nuevo salesiano.

La conclusión es una verdadera y propia meditación sobre la oración de entrega que los salesianos están invitados a rezar cada mañana, una oración que es "un valioso texto, un verdadero programa de vida, que nos ayuda a renovar cada día el sentido de nuestra vida salesiana en “clave mariana”.

El texto completo de la carta está disponible en este idioma en sdb.org.

 

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