Imágen de ANS Roma, enero 2013.-  El Papa Benedicto XVI dedicó la 47ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, al mundo de Internet y, especialmente, a las "redes sociales". "Redes sociales: las puertas de la verdad y de la fe; nuevos lugares de evangelización", en un mensaje que decía mons. Claudio María Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, "presenta un balance positivo de los medios sociales, pero no ingenuo".

En este mensaje parecen recogerse y tejerse los hilos de las intervenciones anteriores que el Pontífice ha dedicado a la Jornada Mundial para las Comunicaciones Sociales. Vuelven, de hecho, a una invitación a la autenticidad, a una presencia evangelizadora a la creativa oferta de los nuevos medios para contar la Buena Nueva.

Las redes sociales digitales están construyendo una nueva ágora: "Estos espacios, cuando se valorizan bien y de manera equilibrada, favorecen formas de diálogo y de debate que, llevadas a cabo con respeto, salvaguarda de la intimidad, responsabilidad e interés por la verdad, pueden reforzar los lazos de unidad entre las personas y promover eficazmente la armonía de la familia humana".

Las redes sociales digitales son "alimentadas por aspiraciones radicadas en el corazón del hombre", pero a veces se buscan más por su popularidad que por su validez. "Los medios de comunicación social necesitan, por tanto, del compromiso de todos aquellos que son conscientes del valor del diálogo, del debate razonado, de la argumentación lógica", incluso a los que piensan diferente. Por esto debe ser inclusivo.

Y debido a dicha inclusión, los creyentes deben dar a conocer la Buena Nueva en el entorno digital, de lo contrario "podría quedar fuera del ámbito de la experiencia de muchas personas para las que este espacio existencial es importante". El entorno digital, es cada vez más parte de la vida cotidiana de muchos jóvenes, requiere - dijo el Papa - "una comprensión atenta de este ambiente es el prerrequisito para una presencia significativa dentro del mismo”.

Los nuevos lenguajes, generados por las redes sociales, pueden servir para resaltar la riqueza del Evangelio, y así llegar a muchos, por este motivo Benedicto XVI recordando la tradición simbólica cristiana invita a combinar a la palabra escrita sonidos e imágenes. Los cristianos deben compartir la "fuente profunda de su esperanza y de su alegría: la fe en el Dios rico de misericordia y de amor, revelado en Jesucristo. Este compartir consiste no solo en la expresión explícita de la fe, sino también en el testimonio, es decir, «en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio, incluso cuando no se hable explícitamente de él". Las respuestas a las preguntas más profundas presentes en la red (el amor, la verdad, el significado de la vida, ...) se pueden encontrar en Jesucristo.

Las redes sociales también pueden ser una herramienta importante para el desarrollo humano, para hacer sentir la unidad, sobre todo para las comunidades remotas, compartir recursos espirituales y litúrgicos. El Papa registra como muchos, después de un primer contacto en línea, que hemos iniciado un camino de fe.

El Consejero para las Comunicaciones Sociales, don Filiberto González, nos ofrece algunos énfasis salesianos. "Cuando el Papa nos da este mensaje nos estimula a reflexionar como Salesianos, ya sea como religiosos o como educadores de los jóvenes. Estamos llamados a verificar de primera mano las actitudes sugeridas por el Papa y, junto con los jóvenes, educarnos. A saber vivir la nueva realidad de las redes sociales con autenticidad y madurez, con prudencia y no con miedo, evitando más que reprimiendo. Nuestra congregación tiene una gran historia de creatividad evangelizadora a través de los viejos medios; pienso en las filminas, diapositivas, publicaciones impresas, ... No menos debe ser para el futuro con los nuevos medios. Ya veo muchas y buenas iniciativas que, en las distintas inspectorías se están difundiendo: creación de aplicaciones, cursos de formación para los jóvenes y salesianos en formación inicial, colaboraciones con otras realidades eclesiales. Nuestro carisma nos muestra un criterio claro: allí donde están los jóvenes, estamos nosotros, evangelizándolos, educándolos, santificándonos juntos. El salesiano - citando nuestras Constituciones, y con frecuencia repite el Rector Mayor - "Capta los valores del mundo y no se lamenta del tiempo en que vive; aprovecha todo lo que hay de bueno, especialmente si gusta a los jóvenes" (C 17).

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