Imágen de ANS. Ciudad del Vaticano, octubre 2013.-  "Querido Cardenal Tarcisio, creo interpretar el pensamiento de mi amado Predecesor Benedicto XVI al presentar mi más vivo agradecimiento por el trabajo realizado en estos años. Veo en usted sobre todo al hijo de Don Bosco". Con estas afectuosas palabras el Papa Francisco ha saludado ayer, 15 de octubre, al Cardenal Tarcisio Bertone, sdb, durante la ceremonia de despedida del Cardenal Salesiano por su servicio como Secretario de Estado.

"Pensando a su prolongado servicio a la Iglesia – ha proseguido el Pontífice – ya sea en la docencia, como en el ministerio de Obispo diocesano, en su trabajo en la curia, hasta su encargo como Secretario de Estado, me parece que todo ha estado caracterizado por la impronta de su experiencia sacerdotal salesiana que lo ha marcado desde la juventud, y que además lo ha llevado a aceptar todas estas responsabilidades recibidas, indistintamente, con un profundo amor a la Iglesia, gran generosidad, y con aquel típico rasgo salesiano que une un gran espíritu de obediencia y con una gran libertad de iniciativa e inventiva personal".

El Papa ha remarcado luego "su actitud de incondicional fidelidad de absoluta lealtad a Pedro, es característica distintiva de su mandato como Secretario de Estado, tanto hacia Benedicto XVI como hacia mi en estos meses"; ha agradecido al Cardenal Bertone por " El valor y la paciencia con que ha vivido las contrariedades que ha debido afrontar. Y han sido tantas".

Esto me ha hecho recordar el sueño de las rosas de Don Bosco: desde fuera en la pérgola se ven solamente flores, pero si uno se adentra en ella aparecen las espinas agudísimas que hieren y provocan grandes dolores", si bien al final se llega a un hermoso jardín. "Querido Cardenal Bertone – ha concluido el Papa – siento alegría al pensar, que si bien han estado las espinas, la Virgen Auxiliadora no ha dejado de dar su ayuda, y no lo hará faltar en el futuro: esté seguro, eh?

El Cardenal Bertone ha dado las gracias al Papa con las siguientes palabras y ha recordando los 7 años que ha prestado sus servicios junto al Papa Benedictino XVI. "Lo que más me ha apasionado es ver a la Iglesia comprenderse a sí misma profundamente como comunión, y al mismo tiempo capaz de hablar al mundo, al corazón y a las inteligencias de cada uno con claridad doctrinal y con altura de pensamiento". Su Pontificado "ha estado caracterizado por fuertes proyectos pastorales: El año Paulino, El año sacerdotal y para finalizar, el año de la Fe".

En fin, pensando en el "breve periodo de 7 meses, junto a Papa Francisco", ha puesto en relieve elementos fundamentales de continuidad entre ambos pontífices, y en particular el hermoso consejo inspirado en la devoción mariana; y como él ha puesto bajo la protección de María especialmente al Papa y a sus sucesores en la Secretaría de Estado.

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