P. Bonkálo Roma, septiembre 2014.- El Domingo 28 de septiembre partirá desde la Basílica de María Auxiliadora la 145 expedición misionera salesiana, pero los últimos 10 años ha trabajado en una de las fronteras de la Congregación y de la Iglesia, la “missio sui iuris” de Baku, en Azerbaiyán. Se trata del salesiano P. Martin Bonkálo, de 42 años de edad, originario de Eslovaquia, a quien entrevistamos durante un descanso del curso de orientación.

Por Gian Francesco Romano

¿Cuál ha sido sucamino vocacional?
Conocí alos salesianos de 12-13 años; para mí eran como "hermanos mayores", de los "amigos de más edad" con los que de vez en cuando nosveíamos, en secreto - a causa del régimen comunista - en algunas reuniones donde se oraba, se leía la Biblia... Al crecer, me convertí en un animador, pero nunca pensé llegar a ser sacerdote. De hecho, cuando sentí una inquietud vocacional, me decidí a tomar el instituto técnico, porque de acuerdo a la ley y a mi conocimiento de la época, para ser sacerdote era necesario hacer estudios enhumanidades.

Luego,durante las vacaciones de invierno, charlando con un salesiano, descubrí que se podía ser sacerdote no solo a través del seminario diocesano. Esa noche no dormí, yo quería huir. Pero después de un tiempo, hablé con un  "amigo mayor" y comencé a experimentar la vida salesiana. Hice el prenoviciado, en la clandestinidad, y el noviciado en 1991 ya de manera oficial.

¿Y lavocación misionera?
Como para elsacerdocio, no fue algo que sentí desde el principio, claramente. Mi inspector me mandó a estudiar teología en Cremisan, en Israel, y los misioneros a menudo iban allí... Creo que casi nadie ha organizado un testimonio adhoc, pero a través del diálogo, en la vida cotidiana, me hablaron mucho más. Y entonces, cuando yo estudiaba allí, trabajé con niños árabes en una capilla de las Hijas de María Auxiliadora. Así que dije: "Yo puedo vivir como salesiana, incluso en otros países, no solo en Eslovaquia".

¿Cómofue tu primera impresión de Azerbaiyán?
Las primerasinformaciones sobre dicha realidad las conseguí a través de Internet. Una vez en el lugar, para mí, no fue muy difícil. La experiencia en el Medio Oriente ya me había formado para entrar en contacto con otras culturas. Además, la comunidad de Baku se compone en su totalidad de eslovacos, esto ha ayudado, y encontré similitudes entre Eslovaquia y Azerbaiyán, ya que ambos países tienen un pasado comunista.

¿Cómo imaginasu vida entre 20-25 años? Y la Iglesia en Azerbaiyán, entre 20-25 años?
Todavía me veo enAzerbiagian, tal vez en otro trabajo, otra ciudad. En cuanto a la Iglesia, ya que estamos en un país con una gran mayoría musulmana, el desarrollo será lento y delicado, pero ya está ahí y seguirá estando allí.

¿Qué has dado y quéhas recibido de los jóvenes a Baku?
El mandato delgobierno nos permite operar con los estudiantes extranjeros o de la lengua rusa; para ir a su encuentro, organizamos actividades después de clases, de formación y para el tiempo libre. Lo que trato de hacer, es en primer lugar estar con los jóvenes; luego hacer amistad, por tanto ser testimonio; y si alguien te pregunta, respondes.

Por su parte, me han enseñado la sencillez de la vida, la capacidad de crear cosas bellas de pequeñas cosas; y la conciencia de que cuando haces el bien, también se recibe el bien.

(Traducido por Andrés Felipe Loaiza, SDB)

 
Compartir