Hno. Demetrio Marroquín Hernández, SDB. QDDG. A la gloriosa edad de 97 años culminó su existencia terrena el salesiano coadjutor don Demetrio Marroquín. Sus últimos años estuvo crucificado en el lecho de enfermo, soportando una larga dolencia.

Maestro nato, transcurrió casi toda su vida salesiana (43 años) en diversos colegios salesianos de El Salvador. Profesor de religión, catequista de niños, maestro de primaria: se movía en el mundo infantil como pez en el agua.

Se sentía realizado, sobre todo, al preparar a los niños para la primera comunión. La joya de su corona fue el grupo Amigos de Domingo Savio que había formado.

Originario de Ciudad Vieja, Sacatepéquez, Guatemala, se identificó con su vecino país, El Salvador, donde educó a millares de niños y jóvenes.

Como salesiano se sentía a gusto entre sus hermanos de comunidad. Y a estos les encantaba su compañía, pues su sola presencia era una fiesta. Vivía con sencillez y profundidad su vida personal y comunitaria.

Era un hermano con sensibilidad comunitaria, que irradiaba serenidad. Sus críticas, siempre positivas, eran bien aceptadas, pues las presentaba sin ofender a nadie. Fue un hermano muy cercano a cualquiera que necesitara de su ayuda.

Se le puede considerar con justicia un ejemplo de lo que el papa Francisco decía: "un santo de la puerta de al lado".

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