ANS Caracas, febrero 2014.-  "Vemos con preocupación cómo va creciendo la situación de violencia a nivel nacional, con la triste consecuencia de la pérdida de numerosas vidas humanas.

Como jóvenes cristianos, que hacemos vida en el seno de la Iglesia Católica Venezolana, ratificamos nuestro compromiso de trabajar por la paz, la justicia, la libertad, el reencuentro nacional y la democracia, siempre a la luz del Evangelio". Así, los jóvenes del MJS de Venezuela expresan el profundo dolor por los acontecimientos violentos que se han suscitado durante los últimos días. A continuación el resto del comunicado.

Manifestamos nuestro dolor, junto con toda nuestra Familia Salesiana, por el asesinato, a manos de la delincuencia, del Padre Jesús Plaza y del Hermano Luis Sánchez. Tenemos la esperanza de la resurrección y la certeza de que ya están compartiendo la alegría del cielo; sin embargo, no podemos dejar de manifestar nuestro repudio al acto por el cual murieron y el reto de seguir buscando formas educativas para prevenir que nuestros niños, adolescentes y jóvenes sean encandilados por la cultura de violencia que los induce a estas actuaciones terribles y destruye su posibilidades de una vida digna. Por este dolor, repetido en el seno de tantas de nuestras familias y de nuestras comunidades, unimos nuestras voces al pueblo venezolano para clamar por la justicia y la seguridad en nuestro país. Exigimos a todos los organismos competentes del Estado ejecutar políticas adecuadas y sostenidas en el tiempo que conlleven a la reducción significativa de la grave situación de violencia e inseguridad que vive nuestra sociedad.

Nos unimos al luto del pueblo venezolano por la muerte de más de quince personas –en su mayoría jóvenes- a causa de la violencia desatada durante estos días. Imploramos a Dios por su eterno descanso y ofrecemos nuestras condolencias a sus familias.

Reconocemos el derecho a la legítima protesta, que está consagrado en nuestra Constitución. Tal protesta debe ser pacífica y el llamado hecho por los manifestantes debe ser atendido por las autoridades, quienes no pueden cerrar los ojos y los oídos ante la contundencia de los reclamos. El Estado está obligado a responder por la seguridad de quienes reclaman justamente y en paz. De ninguna manera se justifica el uso de la violencia por parte de los manifestantes, así como tampoco se justifica el uso de la represión por parte de los organismos de seguridad del Estado.

Rechazamos también la presencia de grupos radicales que quieren sabotear violentamente el desarrollo de actividades pacíficas. El gobierno, a través de sus organismos competentes, debe favorecer el desarme y desarticulación de tales grupos.

La libertad de expresión es un derecho humano fundamental. El Estado debe garantizar la libre expresión de las ideas y opiniones "a viva voz" y a través de los medios de comunicación social. Condenamos toda acción dirigida a reprimir la voz de quienes disienten, con respecto a las políticas del gobierno, por medio de acciones o medidas legales injustas. De igual modo, instamos a los medios de comunicación social a cumplir con su deber de informar de manera oportuna y objetiva.

Todos los venezolanos vivimos las tristes consecuencias de una sociedad que se encuentra en una grave crisis a causa de la polarización, la escasez, la crisis económica, la violencia, la inseguridad, el colapso del sistema de salud, la anarquía, la impunidad, la corrupción a todo nivel. Ante esas situaciones ratificamos el legítimo el derecho a la protesta, como un instrumento para expresar el descontento social y las alternativas para un desarrollo democrático, siempre que sea en paz.

Hacemos un llamado a todos los actores políticos del gobierno o no, así como a toda institución social, económica, educativa, religiosa y cultural, para que orienten sus acciones a la búsqueda de la paz, de la verdad, de la libertad y a la consolidación de una democracia en la que la voz de todos sea escuchada y tomada en cuenta.

Invitamos a todos, especialmente a los jóvenes que hacen vida dentro del Movimiento Juvenil Salesiano, a no ser indiferentes. La indiferencia no es una actitud cristiana; Jesús no quería que asumiéramos actitudes de tibieza. Los cristianos oramos por la paz, la justicia y la libertad, pero también nos organizamos para trabajar por ellas desde el rol que cada uno ejerce en la sociedad. Siempre alegres, siempre en paz.

Recomendamos la realización de jornadas de reflexión y de oración, e invitamos a difundir mensajes que ayuden a la reconciliación, la justicia, la verdad y la paz. Evitemos hacernos eco, sobre todo a través de las redes sociales, de noticias no confirmadas, descontextualizadas y discriminatorias. Y comuniquemos todo aquello que contribuya a consolidar la paz, la libertad y la organización ciudadana, siempre con respeto y con un lenguaje que no se preste a ambigüedades.

Como herederos del carisma salesiano, ratificamos nuestro compromiso de ser buenos cristianos y honrados ciudadanos. Con el espíritu de las bienaventuranzas trabajamos por la esperanza y la justicia, fieles al mandamiento del amor. Rogamos al Señor que, por intercesión de María Auxiliadora, conceda a nuestra patria la paz, la justicia y la libertad, en el ejercicio de la democracia.

"Sé muy bien lo que haré por ustedes; les quiero dar paz...

y un porvenir lleno de esperanza" Jr. 29,11

Caracas, 26 de febrero de 2014

Equipo Nacional Integrado

del Movimiento Juvenil Salesiano en Venezuela

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