P. Agustín Vásquez, SDB. QDDG La muerte del P. Agustín Vásquez ha alcanzado el mérito de una gloria mística para nuestra Congregación pues ha muerto en el campo de batalla apostólica, como nos dijo Don Bosco.

El P. Agustín con su amor y alegría nos regala su testimonio de gran amor a los pobres, su amor a la Inspectoría, su espíritu de trabajador creativo y generoso, su indeclinable bondad y paciencia como salesiano, con un particular sentido de corazón oratoriano, una visible piedad mariana, con un amor sacerdotal a Jesús eucaristía y una admirable devoción a Don Bosco.

La vida del P. Agustín fue un luminoso testimonio de amor a todo lo que es humilde, bueno, noble y sencillo y, al final de su vida, de su fe inquebrantable, incluso ante el dolor. No cabe duda que el querido P. Agustín deja entre nosotros un gran vacío.

De manera especial quiero agradecer el enorme trabajo desarrollado en la Parroquia María Auxiliadora de Tegucigalpa. Supo evangelizar a los niños pobres y a los jóvenes a veces en las maras. Nunca le olvidaremos.

Oscar Andrés Cardenal Rodríguez Maradiaga, SDB
Arzobispo de Tegucigalpa, Honduras

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