P. Fernando Carranza Rojas, SDB. QDDG El pueblo de Santiago de Palmares, Costa Rica lo vio crecer en su niñez. Ambiente campesino de vida sencilla y talante laborioso, que lo marcarían por toda su vida.

Niño aún, se siente atraído por Don Bosco. Primero en Costa Rica, para continuar su formación salesiana en El Salvador y culminarla en Guatemala.

Formaliza su pertenencia a la congregación salesiana el año 1947. Años después, en 1957 es ordenado sacerdote.

Educador y administrador fueron las líneas fuertes de su servicio pastoral que desarrolló especialmente en Costa Rica, Nicaragua y El Salvador. Su talante administrativo lo cultivó en la Universidad San Carlos de Guatemala, donde obtuvo la licenciatura en economía.

Llevó con serenidad sencilla sus años de ancianidad, ocupado más que nada en su afición, la agricultura. El testimonio del padre Ricardo Rodríguez es elocuente: “A pesar de que se iba apagando poco a poco, nunca perdió su entrega apostólica en el confesionario y entre los muchachos de Ciudadela Don Bosco. Muy querido por el pueblo de Dios, su testimonio nos unió como comunidad, su presencia siempre fue de serena espera y fe profunda”.

El p. Dante Della Gaspera recuerda cómo hablaba en sus homilías a los estudiantes. “Aun cuando yo estuviera confesando, trataba de no perder el mensaje que transmitía. Aprecié mucho su serenidad, ecuanimidad, buen trato, cercanía fraterna, espíritu de trabajo y sacrificio y la vivencia gozosa de su sacerdocio”.

El padre Fernando Carranza concluyó su vida terrena en la Ciudadela Don Bosco, Soyapango, El Salvador, a los noventa y dos años de edad.

Compartir