Desde Don Bosco hasta nuestros días reconocemos una tradición de santidad a la que merece la pena prestar atención por ser encarnación del carisma que surgió con él y que se ha ido manifestando en una gran pluralidad de estados de vida y de formas.
Sabemos cómo Don Bosco, al comienzo del Oratorio, después de pensar y repensar cómo salir de las dificultades, fue a hablarlo con su párroco de Castelnuovo, explicándole sus necesidades y temores. “¡Tienes a tu madre! - respondió el párroco sin dudarlo un instante – haz que te acompañe a Turín».
Nació en Milán el 3 de febrero de 1913. Desde muy joven se distinguió por su gran pasión por el oratorio salesiano de San Agustín y, ya a los dieciocho años, por su dedicación a los jóvenes que lo frecuentaban.
Nacida en Roma el 28 de enero de 1923, vivió y estudió en Savona donde obtuvo su título de maestra. A los 21 años, durante un súbito ataque aéreo sobre la ciudad (1944), fue arrollada y pisoteada por la multitud que huía, provocando graves secuelas en su cuerpo, desde entonces marcado para siempre por el sufrimiento.
Exalumno de Don Bosco, es el primer pakistaní cuyo proceso de beatificación y canonización está en marcha. El 15 de marzo de 2015 se sacrificó para evitar que un terrorista suicida causara una masacre en la iglesia de San Juan en Youhannabad, un barrio cristiano de Lahore, Pakistán.
Isidro Morán López tiene 60 años, 36 de ellos trabajando como jefe de servicios generales en el Colegio Santa Cecilia. Esta es su sencilla y valiosa historia.