La Inspectoría de Centroamérica impulsa el Proyecto de Inmigrante CAM, enfocado en derechos legales, formación laboral, inserción educativa y atención psicológica para jóvenes migrantes y sus familias.Los salesianos de la Inspectoría de Centroamérica Divino Salvador CAM brindan apoyo a los migrantes que atraviesan la región. Dentro del Proyecto Orgánico Inspectorial, POI, los salesianos consideran la migración como uno de los cinco temas más relevantes que afectan a los jóvenes en la actualidad, situándolos en condiciones de riesgo y vulnerabilidad. Por ello, el sector de Opción Preferencial, OP y la Formación para el Trabajo, FPT de la inspectoría incluyen en su plan estratégico la ayuda a los jóvenes en movilidad humana y a los retornados, con el fin de reintegrarlos social y económicamente.

En esta edición de nuestro boletín salesiano, Don Bosco en Centroamérica, ponemos de relieve la experiencia y ambiente pastoral parroquial.

¿Te has preguntado alguna vez cuál es la diferencia entre una parroquia, iglesia, templo, basílica, santuario, capilla y ermita? La Iglesia Católica es rica en terminología, y cada expresión utilizada para describir sus lugares de encuentro con Dios tiene un significado y una función específica. Con la asesoría del padre Luis Ricardo Chinchilla, SDB, párroco de la Parroquia María Auxiliadora, Don Rúa de San Salvador, compartimos una explicación formativa de estos conceptos.

La Parroquia Salesiana, nacida del carisma y la visión de San Juan Bosco, se distingue como un espacio vibrante y acogedor donde la juventud y la alegría se entrelazan con fe y la envangelización. Fundada con una misión clara de atender y formar a los jóvenes, especialmente a los más necesitados, estas parroquias se destacan por su ambiente dinámico y comunitario.

 

La expresión más difundida a partir de la reunión de los obispos latinoamericanos en el santuario mariano de Aparecida, en Brasil, durante el mes de mayo de 2007 es: Discípulos y Misioneros, como dos términos inseparables.

En mi travesía espiritual, hubo momentos de desconexión y búsqueda. Durante dos años, vagué sin encontrar un lugar que nutriera mi alma, limitando mi conexión con lo divino a esporádicas visitas a la misa dominical. En mi tercer año universitario, una amiga me invitó a una experiencia que cambiaría mi vida, a la Parroquia Salesiana.