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- Por Ada Corina, Psicóloga FUSALMO /
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Actualmente las familias cuentan con bastante tiempo para convivir en ese espacio físico – que puede ser grande o pequeño, acogedor o incómodo, pacífico o violento – pero que llaman su hogar.
- Por P. Luis Corral, SDB /
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Dejando momentáneamente a un lado la enseñanza específicamente católica, sobre el matrimonio, podemos constatar (de la mano de Elio A. Gallego), que la familia es, de por sí, una institución natural existente en todas las culturas conocidas y en todas las épocas. Y es así, aunque la moderna ideología de género afirme lo contrario.
- Por Ada Guardado, Psicóloga. /
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Cada persona responde de manera diferente ante una misma situación, eso es un hecho. La pandemia del Coronavirus que ataca a nivel mundial y la cual está afectando también a nuestro país, está creando en las personas una diversidad de reacciones, especialmente ahora que tenemos que permanecer dentro de nuestras casas, durante el tiempo establecido para la cuarentena decretada por los gobiernos con el fin de prevenir futuros contagios.
- Por P. Luis Corral SDB /
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Cristo muerto y resucitado, entregado en la Eucaristía es el centro de la vida de la Iglesia y de la vida de cada creyente. Sucede que no siempre podemos acceder a la Eucaristía de modo sacramental, bien porque no estamos en gracia de Dios (en pecado mortal), y nuestra situación de vida no concuerde con la vida que debemos vivir como bautizados, o por estar enfermos, o por vivir en una zona alejada en la que los sacramentos no se celebran con regularidad. Algún viaje de emergencia u otra complicación extraordinaria podría también limitar nuestro acceso a la Eucaristía.
- Por Ada Guardado/ Psicóloga FUSALMO /
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La actual situación que se está viviendo no solo en nuestro país sino a nivel mundial por la pandemia del COVID-19, ha obligado a las familias a disminuir sus actividades fuera de la casa, debiendo permanecer la mayor parte del tiempo en sus hogares, evitando en la medida de lo posible el contacto social. Lo anterior, como una forma de reducir los contagios de la enfermedad. Esta situación, está haciendo que la convivencia dentro del hogar no resulte tan sencilla, sobre todo cuando cada miembro de la familia debe compartir el mismo espacio por una cantidad de tiempo indeterminada.
- Por P. Luis Corral, SDB /
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Porqué permite Dios el dolor. Pero ¿lo permite realmente?
Ocurre que la libertad va indisolublemente unido a la responsabilidad. Nuestras acciones tienen consecuencias. Con mi libertad construyo mi vida, e influyo, positiva o negativamente, en las vidas de los demás y, a la vez, la libertad de los demás influye en mi propia vida, positiva o negativamente. La sociedad humana es una continua interrelación de unos con otros, y nos hacemos sufrir unos a otros con frecuencia. Consciente o inconscientemente.